

El origen fue nuestro interés por los productos locales y la gastronomía. Después nuestro amor por las pizzas, un pecado que no se podía controlar y que tenía que explotar pot algún lado.
El resultado de esa explosión fue nuestro primer local en Pamplona, un nuevo concepto de Pizzería que bautizamos como Peccato y que se basa en la idea de que si cuidamos nuestros productos y la elaboración a la hora de cocinarlos también estamos cuidando a nuestros clientes.